Es sólo aquí, en mi baúl de cosas rotas donde puedo hablar sobre esto. Esta es otra mini-historia de amor no correspondida, y como siempre hablaré de el color de ojos de la persona...
Mil colores, realmente, o como mínimo algo que osila entre el verde y el azul. No tienen nada de especial, pero me encantan las pupilas dilatadas en sus ojos, me hacen sentir que le guste, aunque sea mentira, aunque sea un poquito.
Me gusta su cabello, sobre todo despues de haberlo lavado, se hae hacia los lados dandole un aire muy natural y descomplicado.
Su sonrisa, realmente me gusta su sonrisa, no entiendo como una perosna puede sonreir tanto sin cansarse.
A veces me imagino abrazandolo, tomando su mano, aiendo feliz con él. Me la paso el día pensando en cosas que probablemente podría decirle, pero cuando lo veo entro en pánico y digo apenas lo necesario para no parecer intensa.
Y mis estados de ánimo saltan del tingo al tango por no saber que hacer.
Quisiera que me sonriera siempre, que me leyera el pensamiento, y más que eso, que disfrute mis silencios, tanto o más como yo disfruto los suyos. Porque todo lo demas es imposible.
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